lunes, 6 de junio de 2016

Cine fórum, película Noviembre

Antes de las vacaciones de semana santa, dedicamos una sesión para visionar una película que se titula Noviembre, una obra española que se estrenó en el 2003. La película trata sobre un grupo de actores de teatro nóveles, y de cómo, haciendo lo que ellos entienden como ejercer su profesión, el arte, con libertad, se ven envueltos en problemas con la ley.

Noviembre, que es como se llama el grupo teatral,  es la típica película que te mantiene tenso, con la incertidumbre de los acontecimientos que van a suceder, pero el punto más importante que se puede resaltar la película, es el de cómo este grupo de artistas decide dejar de lado la educación formal, la academia de artistas, para seguir adelante con su concepto de arte por sí solos, sin un estándar académico que les marque las líneas que pueden o no pueden cruzar para el ejercicio de su expresión.

La película sabe hacer empatizar al espectador, sabe transmitir lo que los actores sienten en todo momento, además de lo difícil que es conseguir sus objetivos, que no es tan fácil decidir realizar algo y tenerlo, que tiene sus complicaciones, eso llega al espectador, y llegaría también a un joven visionario de la película en la edad en la que tiene que tomar las decisiones que marcarán su futuro ya allí presente.

Noviembre no es un camino de rosas, más bien se trata de una montaña rusa entre el caos y el éxito. Dentro del descontrol, que deciden tomar desde un principio, dar rienda suelta a la expresión, sin una línea pactada para no sobrepasar, hay que tener en cuenta que va a ser muy difícil mantener la cohesión en el grupo, porque cada uno tiene su interpretación propia de descontrol y de línea no sobrepasable. Esto, añadido a que sus obras van ligadas a un alto riesgo y a una elevada polémica, les conlleva una convivencia casi permanente con las fuerzas de seguridad.


La premisa era clara, no lucrarse de lo que ellos consideraban arte, arte que transmitir a la gente, verdadero arte a flor de piel, en directo, en las calles, en los edificios públicos, en el teatro real... decidieron sobrepasar las líneas que no habían pactado en ningún momento y el resultado final fue catastrófico.

Marc Gregori Font

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