Seis años de conflicto bélico en Siria
han supuesto que 4,8 millones de personas se hayan convertido en refugiados de
guerra. Estos han buscado asilo en los países vecinos como Líbano, Jordania,
Irak, Turquía y Egipto. Solamente en el Líbano, un país de 4,5 millones de
habitantes y de un tamaño 1000 veces
menor a Europa, hay un millón de refugiados. Ante esta catástrofe humanitaria,
los gobernantes europeos en vez de prestar auxilio y refugio a los que huyen de
Siria se están dedicando a construir muros y atemorizarnos para conseguir
nuestro rechazo a los refugiados.
En nuestro trabajo hemos querido
denunciar esta situación a través de una representación simbólica del trayecto
donde centenares de ellos pierden su vida a diario, según la OIM (2016), 1475
persona han perdido su vida en el Mediterráneo en lo que llevamos de 2016. Su
llegada a Europa y la desesperación que sufren al encontrase tratados como
delincuentes o como ganado encerrados en campos de refugiados sin saber que
será de ellos, sin poder trabajar, sin poder hacer nada, pasando frío en
condiciones inhumanas e incluso muchas veces viendo morir a sus hijos.
Por último con nuestro trabajo hemos
pretendido despertar la conciencia de nuestros compañeros y alentarlos a la
movilización en contra de esta barbarie que se está viviendo en el
Mediterráneo. Solo si los ciudadanos exigimos a nuestros políticos que
reaccionen estos lo harán. Hemos intentado que no se quede en el olvido que,
según ACNUR (2016), 2,4 millones de niños se encuentran en esta situación,
algunos de ellos han separados de sus familias en el trayecto y totalmente
solos, por no hablar de todos los desaparecidos.
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